viernes, 23 de abril de 2010

..::El Profeta::.. por Ammel Rodrigo.

Personaje: Emiliano Zapata (resucitado a sus 33 años)
lugar: Samborn's de la casa de los condes -azulejos- México, D.F. Un día a 100 años del inicio de la revolución mexicana.


 Zapata: México, México... (se pierde su mirada, ajeno. receloso y escéptico) México, traicionado y celoso de venganza; domesticado (toma su café de una típica taza del samborn's. Carraspea) Tu voluntad rota. Pueblo duro de corazón vacío. (Viendo fijamente la taza, escudriñando las figuras azules que la adornan) tus dioses se han modificado (baja la taza. Su mirada queda fija en el público, los mexicanos.) Pero es que el mundo está lleno de dioses.
 Zapata, Emiliano Zapata. (para sí) vivo en ellos o ellos en mi, o somos tan solo un juego de prensa, gráficos y recuerdo. (toma café) Ah! sí. contundencia y convicción dictada por el poder en el quinto espacio. vivimos a su reflejo y nos lo creemos. Nos prestan los sueños y la salud, nos prestan la belleza y luego se las compramos, y sólo para darnos cuenta luego que eran cosas pasajeras, cosas intangibles. (Niega su pensamiento con la cabeza) en todo están ellos, no importa... restaurantes cerámica, comunicación, tierra... acechando en dónde ponemos los pesos (se mira las manos, vacías. Saca una moneda de su bolsillo y deja sobre la mesa la propina) Dioses! (mirando la taza y la moneda) juego a tenerlos cautivos en mis manos.
(Se encienden las luces del Samborn's se distinguen dos óleos, dos pinturas. En una la república mexicana -creada por un actor- en la otra la virgen de Guadalupe en su versión clásica de la basílica -también creada por una actriz- Zapata, viendo al respetable público) Ah! los pobres, tristes de voluntad rota (Tomando café, cubriéndose la boca con la taza. Apenas audible) Perros! (Baja la taza) silentes absurdos. gritan mi nombre pero muy quedo, para sus adentros, como se nombra a dios. Son un dios en sí mismos. Cada uno y no piensan, no hablan. (En franco dialogo con el respetable... ) A quién miran, a mi? largo de aquí déjenme mear en paz. ( Coloca la taza en el piso. Orina en la taza, dando la espalda al respetable y en medio de los sendos óleos de la república y la virgen de Guadalupe) Su tributo! ( voltea sobre el hombro hacia el respetable) Largo! a trabajar! Qué quieren ahora mis hijos? Justicia, salud, esparcimiento... Ah! un discurso! tan suyos (se da la vuelta terminando de subirse la bragueta) No está Zapata para discursos, también los olvidarían. (Se sienta en su silla sonriendo) Yo conocí a hombres que hablaban fuerte, sin gritar; y ahí iban sonriendo y llorando y les sorprendía la mañana siempre lejana como su descanso, pero con la cara retorcida de trabajo. (fija su mirada en alguien del público. Algo verá en alguno lo suficientemente moderno y ajeno a nuestra idea de "Zapata" que le hará preguntar lo siguiente. En caso de no encontrar nada, se improvisará a partir de esto.) Qué cosa es eso hijo? mira! cómo se utiliza? y lo puedes utilizar donde sea? (después de las respuestas regresará a la taza, alzándola -en caso de sonar un celular, ese será el momento de este pequeño dialogo con el público, luego retomará- ) Fui todo un profeta! México otorgó la mayor fortuna a un sólo hombre en todo el mundo. (pausa, viendo al respetable) no estamos tan jodidos! Ah! Zapata... zapatismo... es más grande que tu, pero cuidado que los grandes se desmoronan en silencio. Aquí... aquí ( se toca el pecho y la entrepierna, un bicep, la frente) aquí se rompe la voluntad, ahora está libre. (regresa a su silla) Ea! tontos!Un nuevo centenario comienza y es su idea quien los invita. De pie sobre la tierra! (pausa) libertad, qué es eso! Morir, qué es eso! Dormir sólo es eso! Sienten el cansancio, el peso de mis años? bah! de pie! yo sé qué es eso, de pie ante el poder! Los pies en la tierra no son sólo para bailar! 

Lupita era muy bonita,
como una rosa al cortar,
como una reata muy larga,
muy güena pa dominar!

Lupita era muy bonita,
con su carita al cielo,
pero a toditos les daba,
puro atole con el dedo!

Estoy seco, no llores. El agua es pa la tierra no la rieguen llorando. Al hombre le pertenece lo que gana con su trabajo... ellos esperan que se lo entregues centavo a centavo (Brinda con la taza) y pronto llegan a recuperarlo. (A un técnico del teatro) Pronto, enciende las luces (Ya en plena luz) hay demasiada oscuridad en torno a un hombre solo, demasiado silencio. Véanme, véanme a mi. Miren mis ojos, dos agujeros negros que devoran todo (Se abate en su silla) Ah Zapata quien seguirá? el hombre dentro de mi ya no importa... (mirando el óleo de la república) Necio has sido y tus errores inestimables! tu madre llorosa, tus riesgos pocos y aun te destruyes a ti mismo! (arrebata la botella "de México" y le da un trago) Ayúdame... ayúdame! (El actor de frente y de pie dibuja una letra A en el aire) ésta es la letra "A" (Zapata acabará enseñando al pueblo el abecedario).


FIN

Libre adaptación del último monólogo de Moctezuma II de Sergio Magaña por Ammel Rodrigo. México D.F. Abril 2010.



 

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